Circomunidad

"El espectáculo indaga sobre las posibilidades expresivas del cuerpo, a través de técnicas de circo, con acrobacias, trapecio, telas y payasos. Presenta una visión renovada del circo, bajo la influencia de otras artes escénicas como la danza, la música y el teatro."

Cuando supe de la presentación me dije "interesante" y me prometí irlo a ver. Seguramente habría gente y todavía tenía que conseguir las entradas por lo que consideré oportuno llegar una media hora antes para evitar contratiempos por el apuro o los atrasos. Sin embargo no conté con la lentitud del transporte público los fines de semana y mi media hora de gracia se redujo en diez minutos. Llegué y la fila ya comenzaba a salir y dar vuelta, sin duda la presencia de tanta gente simplemente afirmó mi percepción anterior de interesante.

Desde que las luces se centraron en el escenario y los murmullos previos al inicio de un espectáculo se fueron acallando, el público fue cautivado por una presentación fresca y original. Se permitió al espectador sumergirse en el sueño de los artistas, pintarse los aires de risas y asombros, volar, columpiarse, ser uno y todos.

Los malabares y acrobacias arrancaban aplausos cada cinco minutos del público, los suspiros o risas (dependiendo del acto) cada vez que quienes veíamos desde las butacas nos llegaba la conexión. Diría que el éxito de la presentación fue sin duda la naturalidad y carisma de quienes la integraron, pues ante uno que otro inevitable desliz venía una sonrisa, un nuevo intento y más aplausos. Otro elemento que vale la pena destacar es el enorme logro de los artistas para apropiarse de las artes circenses ya que si bien para nadie le era ajeno el tema del espectáculo, la trama de cada uno de los actos llevaba con ansias de más al siguiente.

Solo me queda por felicitar el esfuerzo de cada una de las personas responsables de mi deleite y felicidad el día de hoy. Sigan adelante, es realmente alentador ver a tanto talento, tantas ganas y tanto amor al arte.