domingo, 21 de diciembre de 2014

La espera

De:Jorge Luis Borges

Antes que suene el presuroso timbre
y abran la puerta y entres, oh esperada
por la ansiedad, el universo tiene
que haber ejecutado una infinita
serie de actos concretos. Nadie puede
computar ese vértigo, la cifra
de lo que multiplican los espejos,
de sombras que se alargan y regresan,
de pasos que divergen y convergen.
La arena no sabría numerarlos.
(En mi pecho, el reloj de sangre mide
el temeroso tiempo de la espera.)

Antes que llegues,
un monje tiene que soñar con un ancla,
un tigre tiene que morir en Sumatra,
nueve hombres tienen que morir en Borneo.


viernes, 12 de diciembre de 2014

Mujer de humo

de Gioconda Belli


Soy mujer de humo.

A media noche
Mi cuerpo es una espiral gris
Que se deshace en el aire

En mi estómago se almacenan las emociones
Con que el día me ha alimentado
La sensación de que en algún momento me perdí
Y que ahora paso el tiempo
Intentando juntar trozos de mí

Muestro al mundo una identidad
Que cada día debo inventar
Piso las horas y las cortinas del sol
Con pasos firmes
Pero soy un amasijo de confusiones

¿Quién es esta extraña que habito
en habitaciones cómodas y sosegadas?
¿De qué miedos me evado pretendiendo que vivo
Luciendo apenas la vida sobre los hombros
Como una cobija para ocultarme de la muerte?

¡Sírvanme vino!
Aparten de mí estas estas certezas mortíferas
Que me cercan como carceleros fantasmas.



Madame Kupka among verticals de Kupka (1910-1911)

lunes, 1 de diciembre de 2014

Lo más tarde en Noviembre

"No, debo contar las cosas una tras otra, exactamente en orden, más o menos como sucedieron. Aún así, es difícil explicarlo. Muchos menearán la cabeza y dirán: "¡Pero eso es imposible! ¡Nadie hace tal cosa!", y yo tengo que darles la razón, porque no se me ocurre otra respuesta. No es que sea inconsciente, de ningún modo: es que de veras no sé qué contestar. No hay respuesta aceptable, por muy bien que suene al oído.
Empezó en el "cóctel", como decía la invitación. Es posible que ya hubiera empezado antes, incluso mucho antes. Quizás ya cuando yo todavía era niña. A veces se me ocurre pensar que ni siquiera empezó, sino que siempre fue así, desde un principio. Pero no me atrevo a reflexionar demasiado sobre ello; quizá sea imaginación mía.
(...)
Es difícil de explicar. Nadie lo creerá. O lo considerará una estupidez. Comprendo perfectamenete que se considere estúpido; me explico mejor eso que lo que realmente ocurrió. Pero yo debía aceptarlo, no podía ser de otro modo. No había quitado los ojos de encima de Berthold ni un solo momento. Incluso cuando hablaba con los demás lo miraba a él. No se me escapaba ninguno de sus movimientos; vi que tomó varias copas y que la Riebow bebió con él. "



Sacado de "Lo más tarde en Noviembre" de Hans Erich Nossak