viernes, 31 de diciembre de 2010

Testamento de la Generación Perdida (Desaparecidas y reencontradas del 2010)




Mujeres de la generación perdida, del puñado que vale la pena, del grupo que supera estereotipos y tiene repleto el corazón de lo que es ser sociales pero sobre todo aquellas que son amigas y seres humanos. Se deslizan entre los dedos los últimos minutos y segundos de nuestro último año juntas como colegialas y el primero como universitarias o en el caso de la Isabelita y la Podi, de locas viviendo las Europas.
Se acabó la falda hecha de gasa, el saco rojo vino que identifica a las dolorosas como presa a 1 kilómetro de distancia y los zapatos colección motera 1990… Se acabaron las mañanas de deberes de matemáticas colectivos con la Cristinina a la cabeza, ya no más cuestionarios de historia para saber como autoeducarse para el examen de grado, finito a las pruebas sobre veinte y estado de ánimo según las variaciones de la economía y la sociología, adiós a la campana maldita de inspección y a la alarma de campo de concentración cuando no había luz, no más carteleras sin espíritu cívico y mucho folklore cultural, no más recreos alimentados de pizzas y bolones del Huguito o tertulias literarias con la Adri y la Neidita… No ya no más, ni misas calificadas, ni confesiones obligadas, ni sermones y amenazas que aprietan el bolsillo caridad.

Generación perdida es algo que solo las 13 pueden entender. No fueron el sexto que alquiló un hotel de gala para emperifollarse de blanco/perla y liberarse de esta etapa con el “fru-fru à l’americaine”. Montadas en una chiva con una generación entera de graduadas: ese fue su adiós. Vestidas de azul como las nostalgias que se agarran de la garganta y los lagrimales cuando se encuentran las fotos de hace algunos años o incluso de hace pocos meses. Perdidas aunque el consejo directivo esté de acuerdo por otras razones ustedes conocen bien la real definición de su generación perdida y ese es el primer legado para ustedes mujeres: desaparecidas y reencontradas.

Hijas, hijas mías que partieron de mi regazo… Parece ser ayer que escuchaba sus ruegos para terminar rápido el año, para estar graduadas, para ser mujeres y partir…. Pero sé que es hoy que comienzan los estragos de la nostalgia, las ganas del pasado, los cordones de los recuerdos. Pero hijas mías me voy, se ha terminado mi tiempo y ¡qué tiempo carajo! Porque serán necias pero como ese sexto 2010, como esas sociales tan perdidas solo ustedes mis favoritas, mis únicas, mis boniticas…. Ay muchachas!! Ay guagüitas!! Me duelen las articulaciones con el peso de la edad pero más me duele el pecho, ese nudo que no me quiere dejar partir aunque sepa que todas deben continuar, cada una con el camino que ha elegido… Así que antes de que me lleven mis achaques de vieja comienzo a repartir mis pocas pertenencias en este testamento.

Marianita: ¡Cómo pasa el tiempo! La niñita que llamaban chikis por la estatura es ahora la mujer que estudia leyes en la San Pancho. A vos mijita un consejo y un buen deseo. Que continúes con esa cabeza centrada como en sexto, continúa siendo la grandiosa persona que eres y continúa esa parte esencial de ti: la música. Si una pobre tinturada como la Silvana llegó al congreso, cómo no va a triunfar (y llegar mucho más lejos) una bajista de tu intelecto? El viaje a Brasil te lo encargo para el 2014 con el combo fútbol que, si bien no estará Oliver Kahn al menos algún otro buen arquero has de encontrar.

Andreita: Te pongo segunda por costumbre pero todo el año te nombraron al final. Aún me pregunto si era por joda o si en verdad te olvidaste de la matrícula y la inscripción…. Igual al estas alturas no creo que te digan que no te matriculaste si ya pasaste los de grado y cerraste el capítulo del colegio. Para el nuevo año te dejo una agenda para que anotes todos los deberes y las dichas de la inscripción, no vaya a ser que una de estas te quedas sin matriculación.

Cristinita: ¡Uy vos mijita! Juicio en la San Pancho, ya te imagino mujerón: inteligencia y belleza paseándose en el campus Gangotena. Que las artes liberales y la “democracia liberal” del lugar te arranquen las ganas dictatoriales a ver si en unos 15 años te vemos en las presidenciales. A vos mejor te hago un favor y te confisco el Sígueme Sígueme para simplificarte la vida. Ya verás que en su momento llega un hombre que valga la pena para vos.

Pilarsita: Lo último que supe de vos era que te fuiste a los hemisferios. Que te aprovechen con todo tu humor y tu potencial, ojalá puedas ampliar tu repertotio de chistes para las reuniones de reencuentro. A vos te dejo una nueva carpeta para que archives todos tus trabajos manuales y los lleves a la universidad, luego me cuentas si como dijo doña Lucy Marx si sirven tanto las líneas del tiempo y los modos de producción.

Gabrielita: Señorita abogada de la Pontificia Católica de Quito, espero que esté concentrada en sus estudios y no se me desvíe en los asuntos tangente de las relaciones sociales (aunque todos tienen derecho). A vos te dejo la inscripción al curso de fotografía para que estés filita en las vacaciones y como vas a estar bien ocupada, también un pase de almuerzo con la Sharisita, la Dayanita y la Desiré al menos una vez por mes.

Estephy: Señorita Freud a usted le tengo un paquete. Un pasaje de vacaciones a Argentina y de deber que se traiga un galán argentino que le enseñe tango, y como ya has de estar bien empapada del análisis psiquis que sea uno de esos que valgan la pena y se puedan controlar. Con eso también una libreta para que escribas los comportamientos y un libro de derechos de autor para que no se repita el incidente CEPI en la universidad. Por lo menos ahí queda la certidumbre de que hay un “marco” protector de ideas copiadas.

Shariamsita: Ya que tiene aprobado un semestre te dejo ganas y empeño para todos los que restan. Unos cursos de malabares para que equilibres el tiempo entre la familia, el Mechitas y el estudio. También una cajita que resguarde a un Don Tiresias para que continúe su labor, quién sabe, tal vez hasta te regale un poquito de tiempo extra a ver si por ahí te animas a hacerte un blog de esoterismo, psicología y leyes.

Dayita: Ay usted señorita sabe muy bien qué es lo que necesita. Le dejo todas las experiencias que a uno le hacen crecer y conocerse, hacerse respetar y respetarse. Pero mujer lo que te dejo sobre todo es un recordatorio de todas las cosas de las que has sido capaz y que una miserable persona no puede hacerte dudar de tus capacites. Chica scout!! Supervivencia!!

Nayita: A usted una dosis parecida a la de la Dayanita. Pero también te refuerzo la confianza a ver si de una vez por todas te convences de lo que vales y de lo que eres capaz. ¡ Deja encerrado en el pasado a todos los fantasmas de Sócrates y Platón! Te dejo unos binoculares para que mires al futuro, para que construyas tus proyectos, para que enfoques tus objetivos.

Denissita: Otra a la que le debo un paquete. Un combo de pinturas para que se explaye en sus momentos de musa y un pase a la hueca de las bielas para que se relaje y deje surgir sin presiones la inspiración y el talento que la modestia inútil no deja presumir. Deja a los extranjeros en el extranjero que los propios volverán pronto, mientras tanto una conexión wifi para mantener la comunicación.

Podisita: A usted mujer solo le digo disfrute, viaje y conozca bien las Europas, manténgase sana y regrese para pasar unas buenas vacaciones con los amigos del sur. Mija le dejo una alcancía para que ahorre para el viaje a Dinamarca y todos los “souvenirs” que le toca repartir al regreso, no se me hará la loca al regreso… No se pierda! Dará señales de vida.

Isabelita: Hermosa muchacha, le dejo paciencia y coraje para continuar la aventura. Eso de la distancia no es cosa fácil pero siempre es buena la experiencia. Le dejo un diccionario Danés – Español para comunicarse con los primos de la familia, a usted también una alcancía de cochinito a ver si se da una vuelta por la Francia.

Conesita: Mujer de leyes le dejo una cajita de aspirinas y un cuadernito de anotaciones. Duro duro con el trabajo y esos excesos de la noche (que tienes que registrar bien para contarle completo a la Podi después). Te dejo mucho amor y mucha cabeza, reservarásle al menos una tarde de chismes a las exiliadas en su regreso.

Y para no perder la costumbre de la oración, todas juntas, generación perdida:

Oración de las dolorosas

Oh Martita Mora! por tus pruebas cortas,
por la corona de rectora,
por las hojitas de los cantos que llevas en tus manos,
por los fósforos de inquisición
con que las abreviaturas chamuscaron nuestros dedos;
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos y alcánzanos de tu Anita y Uvita Santísimas,
dolor intenso de nuestras culpas
y vivos sentimientos de fe (en un lunes sin 5ta y 6ta hora),
esperanza (en un mes sin misa calificada)
y caridad (con nuestra adormilada razón)
Oh Martita Mora!
Protege a la Santa Área de Sociales,
protege a nuestra especialización (más salidas de campo),
ampara a la niñez (4to con Sta. Uvita... piedad!)
y a la juventud (5to y 6to todos los días con San Marco... Nooo!!)

Amén

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Si te creo la postada, entonces... qué fue eso entre el prólogo y el epílogo?

Bodas de Sangre - Acto tercero, cuadro primero (extracto)


cuadro de: René Magritte
texto por: Federico García Lorca



Leonardo: ¡Calla!

Novia:
Desde aquí yo me iré sola.
¡Vete! ¡Quiero que te vuelvas!

Leonardo:
¡Calla, digo!

Novia:
Con los dientes,
con las manos, como puedas.
quita de mi cuello honrado
el metal de esta cadena,
dejándome arrinconada
allá en mi casa de tierra.
Y si no quieres matarme
como a víbora pequeña,
pon en mis manos de novia
el cañón de la escopeta.
¡Ay, qué lamento, qué fuego
me sube por la cabeza!
¡Qué vidrios se me clavan en la lengua!

Leonardo:
Ya dimos el paso; ¡calla!
porque nos persiguen cerca
y te he de llevar conmigo.

Novia:
¡Pero ha de ser a la fuerza!

Leonardo:
¿A la fuerza? ¿Quién bajó
primero las escaleras?

Novia:
Yo las bajé.

Leonardo:
¿Quién le puso
al caballo bridas nuevas?

Novia:
Yo misma. Verdad.

Leonardo:
¿Y qué manos
me calzaron las espuelas?

Novia:
Estas manos que son tuyas,
pero que al verte quisieran
quebrar las ramas azules
y el murmullo de tus venas.
¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Aparta!
Que si matarte pudiera,
te pondría una mortaja
con los filos de violetas.
¡Ay, qué lamento, qué fuego
me sube por la cabeza!

Leonardo:
¡Qué vidrios se me clavan en la lengua!
Porque yo quise olvidar
y puse un muro de piedra
entre tu casa y la mía.
Es verdad. ¿No lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
me eché en los ojos arena.
Pero montaba a caballo
y el caballo iba a tu puerta.
Con alfileres de plata
mi sangre se puso negra,
y el sueño me fue llenando
las carnes de mala hierba.
Que yo no tengo la culpa,
que la culpa es de la tierra
y de ese olor que te sale
de los pechos y las trenzas.

Novia:
¡Ay que sinrazón! No quiero
contigo cama ni cena,
y no hay minuto del día
que estar contigo no quiera,
porque me arrastras y voy,
y me dices que me vuelva
y te sigo por el aire
como una brizna de hierba.
He dejado a un hombre duro
y a toda su descendencia
en la mitad de la boda
y con la corona puesta.
Para ti será el castigo
y no quiero que lo sea.
¡Déjame sola! ¡Huye tú!
No hay nadie que te defienda.

Leonardo:
Pájaros de la mañana
por los árboles se quiebran.
La noche se está muriendo
en el filo de la piedra.
Vamos al rincón oscuro,
donde yo siempre te quiera,
que no me importa la gente,
ni el veneno que nos echa.
(La abraza fuertemente.)

Novia:
Y yo dormiré a tus pies
para guardar lo que sueñas.
Desnuda, mirando al campo,
como si fuera una perra, (Dramática.)
¡porque eso soy! Que te miro
y tu hermosura me quema.

Leonardo:
Se abrasa lumbre con lumbre.
La misma llama pequeña
mata dos espigas juntas.
¡Vamos!
(La arrastra.)

Novia:
¿Adónde me llevas?

Leonardo:
A donde no puedan ir
estos hombres que nos cercan.
¡Donde yo pueda mirarte!

Novia: (Sarcástica)
Llévame de feria en feria,
dolor de mujer honrada,
a que las gentes me vean
con las sábanas de boda
al aire como banderas.

Leonardo:
También yo quiero dejarte
si pienso como se piensa.
Pero voy donde tú vas.
Tú también. Da un paso. Prueba.
Clavos de luna nos funden
mi cintura y tus caderas.
(Toda esta escena es violenta, llena de gran sensualidad.)

Novia: ¿Oyes?

Leonardo: Viene gente.

Novia:
¡Huye!
Es justo que yo aquí muera
con los pies dentro del agua,
espinas en la cabeza.
Y que me lloren las hojas.
mujer perdida y doncella.

Leonardo: Cállate. Ya suben.

Novia: ¡Vete!

Leonardo:
Silencio. Que no nos sientan.
Tú delante. ¡Vamos, digo!
(Vacila la novia)

Novia: ¡Los dos juntos!

Leonardo: (Abrazándola)
¡Como quieras!
Si nos separan, será
porque esté muerto.

Novia:
Y yo muerta.


(Fue el texto que aprendí para una audición en el conservatorio de Brest, es una obra de teatro hermosa.... para mí la mejor de García Lorca)